[Un poema de Jorge Polanco Salinas]

El de Jorge Polanco Salinas (Valparaíso, 1977) es un trabajo poético en el sentido amplio de la palabra. No solo se ha preocupado de desarrollar una obra que cuenta en la actualidad con seis títulos desde 2005. También, como todo intelectual que se inscribe en lo que alguna vez Leonidas Morales (1937-2019) llamó la tradición de desdoblamiento del escritor (que es a la vez “productor de imágenes simbólicas” y “productor de análisis críticos” suscitados por esas mismas imágenes), es uno de los pensadores más constantes de una parte de la literatura chilena, geográficamente situada entre las regiones de Valparaíso y la Metropolitana. Ensayos y artículos sobre Enrique Lihn, Cecilia Vicuña, Carolina Lorca, Gonzalo Millán, Rubén Jacob, Ximena Rivera o Juan Luis Martínez pueden ser revisados en la Web o en libros como La zona muda. Una aproximación filosófica a la poesía de Enrique Lihn (2004), La voz de aliento (2016) o el más reciente Juan Luis Martínez, poeta apocalíptico (2019).
Durante el presente mes de septiembre, en Buenos Aires, Argentina, Funesiana publicó la reedición de Sala de espera (libro editado en Chile el año 2011 por Alquimia), que cuenta con un nuevo poema, inédito hasta ahora, titulado “Pesca de arrastre”, que les invitamos a leer.

Pesca de arrastre: un poema de Jorge Polanco Salinas

Por debajo de los palafitos
las tuberías plásticas del desagüe,
los maderos de un bosque extinto
y otros productos de los pinos
más delgados y blancos.

Arriba, la música boutique
repite el espectáculo medioambiental,
lagos,
aves,
acordes de jazz
y palabras en inglés;
turistas con cañas de pescar y
anzuelos como ofrendas al paisaje.

En las ventanas de la habitación
asoman otras aves,
rapiñas con alitas semejantes a garras
que desean matar al padre,
perros guardianes de la noche,
del sentido y la violencia,
réplicas al interior de la casa
donde todo es escombro,
represión
mordazas.

Al fondo del pasillo aparece una familia,
heredera y dueña del hogar,
roban los muebles
las banderas, los libros,
y otras usurpaciones menores
que rechinan en el piso.

Esto era tu libro:
el vaso de vino a medio tomar,
ceniceros repletos de colillas,
manchas oscuras en el paño de la cocina;
una resaca enorme que amanecía contigo
como ese silencio lleno de voces
y niños extraviados en la casa vecina.

Esto era:
bosque astillado,
fotografías desteñidas,
palafitos nimbados de telares, sin tierra, ni mar,
objetos vendidos a los cuidadores
........................................usureros
...............................................de la poesía chilena.

 
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Cita
  • Morales, Leonidas. “El discurso crítico de Diamela Eltit: cuerpo y política”. La escritura de al lado. Santiago: Cuarto Propio, 2001.

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