[Ultratumba. La historia completa, canción por canción]. Por Amelia Bande


El siguiente texto habla sobre Ultratumba, un disco compuesto por el músico Diego Morales, pero, a la vez, de un texto dramático homónimo, escrito por Javier Riveros. Este disco es una especie de soundtrack de una obra de teatro que nunca llegó a montarse.
Editado por el sello Emociones, a cargo de Gary Pimiento y el mismo Javier Riveros, este primer disco de su catálogo se lanzó en marzo del año 2017. El siguiente texto, escrito por la dramaturga Amelia Bande, examina el disco, canción por canción, para dar cuenta de los paisajes y los sonidos que lo componen.

Ultratumba. La historia completa, canción por canción.

1. Ultratumba entra como una vibración detrás de la cabeza, es la demolición de un sitio eriazo. El disco es una promesa, aun cuando lo que ofrece es el zumbido triste de lo que se ha ido. Parece el eco de un martillo en el patio del vecino, miramos por la ventana y lo vemos poniendo tablas al muro que separa las dos casas, quiere un muro más alto. Una frontera.

2. Al ritmo se le van agregando distorsiones. No entra en un espacio de alivio melódico, se queda en un retumbar fuerte y duro. Otro día que enfrentar en este estado. Otro insulto en la calle sin motivo. Y dentro de uno se activa una tocata punk personal como respuesta que anula lo exterior. Es mi propia esencia lo que me protege de las amenazas foráneas. Esta música silencia las agresiones no deseadas, usando mecanismos de defensa autogestionados que no alcanzan.

3. A veces el día no se atreve a partir, un caos agudo de percusiones inconexas. Hemos perdido la fe en el futuro. Pusimos todo de nosotros, armamos botes con cajones de fruta y la embarcación tenía los elementos precarios para mantenerse a flote. Era un barco pirata, pero con una integridad mucho mayor a la de los buques de la Armada de Chile. De repente, en el mar, se abrieron las nubes y unas gaviotas vinieron a saludar en goce. Era el amanecer con un brillo rosado sobre el mar. Los pájaros son amigos porque vuelan. Comparten su alimento. Hay un grito al aire, estar lejos de la orilla, la libertad lejos de la tierra firme.

4. En la isla una fiesta techno la noche del eclipse. Fingen la felicidad del baile. Bajo las tenidas perfectas del verano, sus fracasos y la más absoluta soledad. No pueden sino mover sus pies a este ritmo. Es olvidar todo lo vivido y al mismo tiempo usar la coreografía como nueva posibilidad de coexistir en un espacio compartido. Se mantiene el pulso a lo largo del tema. Se aceleran los tambores y las piernas van más rápido, porque pueden, porque quieren, porque lejos de la isla ya se consumió el mundo. Ni familias ni trabajos los esperan. Inventan un saludo con las manos. Se ríen. Terminan en un agotamiento sobre la arena. Insomnio bajo el sol.
5. El amor está repleto de cinismo. Se acaba. Se ríen los demás del esfuerzo que pusieron. El disco pasa de la sociedad industrial al apocapitalismo. Estas canciones existen en una utopía que es la cancha de tierra a la cual la municipalidad nunca le plantó el prometido pasto. El rectángulo seco se usa así como está y es el centro de todo lo que ocurre. Es ahí donde bailan a medianoche y se besan y se pelean. El partido de futbol termina en empate con abrazos a ambos lados. Alguien tira una piedra que le abre la cabeza a un niño. No hay castigo ni condena. Terminan el día en la Posta Central.

6. La tumba históricamente bajo tierra, esconde y guarda lo que tuvo vida y ya no. Esta música nace desde ese lugar sin cuerpo. Un espíritu enojado con lo que le tocó como destino. Compone con lo que encuentra allá abajo, un poco de agua sucia, rocas, metales, madera, huesos, las osamentas de alguien que murió antes y sigue sin identificarse. El sonido que sale a la superficie aunque tenebre logra instaurar un sentido a la tragedia. El eco abre un espacio donde el recuerdo moviliza. Se ahoga en su deseo de cantar. Se mantiene así instrumental. Un protagonismo con lírica no verbal. Se detiene de a poco. Nos deja así como llegó. Una visita fantasmagórica. La belleza de lo que nunca estuvo ahí. Un cuerpo que fue y se extinguió. La destrucción de algo que ya no está.

Amelia Bande. Escritora chilena que trabaja en teatro, cine y performance. Sus obras Chueca (2007) y Partir y Renunciar (2010) fueron montadas en Santiago de Chile y luego publicadas por Sangria Editora (2012). Es co-editora de Publishing Puppies, una editorial de poesía, ficción y artes visuales. Desde el 2013 vive en Nueva York donde realizó una Maestría de Escritura Creativa en Español en la Universidad de Nueva York y ha presentado su trabajo en The Poetry Project, Artists Space, MoMA, BAM, Dixon Place, Storm King Arts Center, The Tang Museum, entre otros. Como parte del grupo No Total, co-escribió la obra You Should Wake Up Earlier, montada en 2017. Es co-editora de la revista web Critical Correspondence y trabaja como profesora de Español.

* La imagen de la portada del disco fue realizada por el artista argentino Pablo Castoldi.

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